El océano se encarga de recordarnos de
forma dramática el abuso en la fabricación de materiales de plástico con el que
hemos castigado a nuestro planeta durante los últimos 70 años. Cuesta trabajo
hacerse una idea de su volumen, pero en el Océano Pacífico, en algún lugar
entre San Francisco y Hawái, existe una enorme isla de
basura de un tamaño superior al de Francia, España y Portugal.Los
expertos se refieren a ella como "gran mancha de basura del Pacífico",
aunque algunos, más efectistas, prefieren llamarla "el séptimo
continente".No es un
fenómeno novedoso, de hecho se detectó por primera vez en la década de 1950, y
desde entonces ha venido creciendo a paso rápido a causa de nuestra desmedida
dependencia del plástico.
El
llamado “séptimo continente” fue descubierto por Charles Moore
el 13 de agosto de 1997. Este se encuentra en medio del Océano Pacífico. Se
trata de una isla de tamaño incalculable formada por plásticos, cepillos de dientes,
ropa y basura. Aunque han pasado 15 años desde su descubrimiento, todavía no
hay una solución para retirar estos residuos evitando un severo impacto al medio marino.
Podríamos
llamarlo el séptimo Continente! Se trata de una isla compuesta por pura Basura
del tamaño de 9 millones de kilómetros cuadrados, que está a la deriva entre
Japón y California rodeando Hawái, es considerado el mayor vertedero de basura
del mundo conteniendo aproximadamente 100 millones de toneladas.
Esta
mancha voraz de bazofia se mueve por todo el océano pacifico y a menudo partes
de ellas chocan contra Hawái dejando tapizada sus playas de plásticos y demás
basura que la componen, la ONU dice que esta mancha causa la muerte de 1 millón
de pájaros y cerca de 100,000 mamíferos marinos en los cuales se encuentran
jeringas, cepillos de dientes y demás basura humana.
El
costo para recoger toda esa basura estaría en BILLONES DE DOLARES pero hasta
ahora no hay iniciativa para empezar a limpiar ese basurero flotante.Esta mancha “nació” en 1950 y ha crecido 10
veces cada década es llamada; El Parche de Basura
del Pacifico “Great Pacific Garbage match”
La Antártida, también llamada el septimo continente, es una
masa continental que ocupa el polo sur geográfico de nuestro planeta. Hasta
hace 160 millones de años estuvo unida a la India, África, Australia y América
del Sur, formando el supercontinente llamado Gondwana. Al fragmentarse Gondwana
los continentes se fueron desplazando ubicándose en su posición actual hace 60
millones de años
Las primeras medidas ya se han tomado,
y es por eso que en los supermercados han comenzando a cobrar las bolsas de
plástico. Afortunadamente, cada vez se ve a más gente concientizada con el
medio ambiente llevando a sus casas las compras en carritos o en bolsas de tela
reutilizables, pero la enorme mancha de basura, que esta conformada por un 80% de plástico y pesa más de 3,5
millones de toneladas, no va a desaparecer de la mañana a la
noche.
Existen muchos
ejemplos de cómo la soberbia y la indiferencia humanas convierten el planeta en
algo parecido a una gran cloaca, pero uno de los más impresionantes,
tristemente, es un remolino de millones
de toneladas de plástico que se concentra en medio del Pacífico,
a unos 1.000 kilómetros de Hawái. Conocido como el «gran parche de basura
del Pacífico», la «gran isla de basura», la
«gran sopa de plástico» o el «séptimo continente»,
este vertedero marítimo tiene unas dimensiones increíbles. Se calcula que ocupa
de 1,7 millones a 3,4 millones de km cuadrados, más o menos el equivalente de tres a siete Españas,
y pesa unos 3,5 millones de toneladas. Una catástrofe ecológica que, por
desgracia, no deja de crecer. Ahora, una expedición científica francesa liderada
por el explorador Patrick Deixonne se dirigirá a esta isla de residuos para
examinar su composición y advertir al mundo de su dramática presencia.
La isla de basura está compuesta por todo
lo que se pueda imaginar: boyas, redes de
pesca, cepillos de dientes, bombillas, tapas
de botellas, objetos procedentes de alcantarillas... Pero destacan sobre todo pequeñísimas piezas de plástico, millones de ellas, algunas del tamaño
de un grano de arroz. El efecto es muy parecido al que ejerce el mar sobre la
arena de la playa, pero en su versión más espantosa.
El detritus contamina las aguas y envenena
a los peces, que ingieren las partículas de plástico
más diminutas. Esas toxinas pueden ser transmitidas en cadena a depredadores
más grandes, incluido, por supuesto, el hombre. La placa de desperdicios está
ubicada a unos 30 metros de profundidad -no se puede caminar sobre ella-, por
lo que el problema puede ser no solo medioambiental, sino también afectar en el
futuro al turismo o la marina mercante, especialmente si sigue creciendo sin
parar.
En síntesis todo esta contaminación que está
causando la gente de hoy en día trae a estas consecuencias, el séptimo
continente es solo un ejemplo del gran daño que le estamos haciendo al planeta
y solo nosotros podemos parar con esto tomando conciencia de todo.
Lo que más
nos preocupa es que somos nosotros mismo lo que causamos esto, nosotros somos
los que contaminamos ya que gracias al avance de la ciencia no todo es positivo
existen cosas negativas y todos lo sabemos, que se llaman consecuencias y una
de esas es la contaminación a medida que la gente revoluciona todo se renueva y
la gente en vez de reciclar o donar tira, tira a la calle, al mar y el aire, el
agua se contamina.
Además de que nos perjudicamos nosotros,
también estamos perjudicando a otros seres vivos como a la mayoría de los
animales que viven en esos sitios contaminados
Ellos
no tienen la culpa de nada entonces… ¿Por qué nosotros debemos contaminar su
habitad?
Nadie está pidiendo que dejen de utilizar
todas las cosas, y sería inevitable dejar de usarlas ya que el plástico como un
ejemplo hoy en día se usan para casi todo: desde envases,
pasando por la industria de la construcción, construcción de vehículos, incluso
en la medicina, el deporte, electrodomésticos, agricultura, hasta muchos otros
sectores, todos esos plásticos cuando ya no se utilizan van al mar y estos
animales los confunden con comida y lo ingieren causando un gran daño en su
estomago con resultado seguramente de la muerte ya que el plástico tiene muchos
productos químicos que no se pueden digerir entonces si no tomamos conciencia
por nosotros mismo tomemos conciencia por ellos o por sus propios hijos y nosotros
por nosotros y nuestros futuros familiares.
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